Más allá de los problemas genéticos, hormonales y sociales, las excusas más habituales para la subida de peso, el problema de salud nacional es grave y analizarlo se vuelve una obligación.
Chile.- Un estudio realizado a partir de la Encuesta Nacional de Salud dio como resultado cifras alarmantes. Un porcentaje que alcanza al 75% de la población tiene sobrepeso y más de un tercio es obeso u obeso mórbido. El mismo estudio señala que las personas plantean varias excusas para permanecer fuera de los rangos saludables. Entre ellas, asumen problemas hormonales, genéticos y hasta sociales.
La ansiedad es una de las frases más utilizadas por la gente para explicar el exceso de consumo de alimentos. El psicólogo clínico Franco Melchior, del Centro Terapéutico Dr. Máximo Ravenna Chile tiene una explicación para ello.
“La ansiedad es una emoción, como estar aburrido, enojado, triste, contento u orgulloso. Las emociones en sí no generan hambre fisiológico pero sí pueden despertar ganas de comer o antojos en las personas que acostumbran comer para dejar de sentir la emoción que les incomoda”, señala el profesional.
El manejo de esas conductas o de la actitud que se toma frente a ellas es el foco del tratamiento de dicho centro de apoyo. Al participar en los grupos de terapia, es posible modificar la relación que se da entre el paciente y la comida. De esta forma, la persona puede cambiar su manera de enfrentar los problemas diarios y su relación con la forma de comer. El equipo que provee este tratamiento también incluye médicos y nutricionistas, los que controlan frecuentemente al paciente para ayudarlo a superar su problema.
La vida social también suele ser tomada como excusa para comer en exceso. El psicólogo advierte que ello no significa que “los flacos no sociabilizan, en realidad hay que cambiar el foco y centrarse en la parte social de la interacción y no tanto en el aspecto gastronómico”.
El especialista dice que no es fácil cambiar las tradiciones nacionales, ya que la comida se ha vuelto un rol central en las reuniones sociales, pero “Yo puedo cambiar y para eso debo darme cuenta de qué lugar ocupa la comida en mi vida y en mi escala de placeres”.
Las personas tenemos una cuota de responsabilidad en el sobrepeso, no es sólo consecuencia de factores externos y por ello el Método Ravenna aborda el problema a nivel personal, en grupos terapéuticos.
“Hacemos que la persona empiece a observar, a registrar y a darse cuenta de todas sus conductas que ha sostenido durante mucho tiempo y que ha colaborado con su aumento de peso”, comenta.
El psicólogo aclara que casi todas las dietas en algún punto funcionan, algunas más rápido que otras, pero lo que hay que apuntar es por qué una vez abandonado el tratamiento las personas vuelven a subir de peso.
“Lo que rebota es la conducta, por eso nos enfocamos en trabajar la cuestión conductual y emocional, para aprender que se puede estar ansioso, aburrido, angustiado, enojado o triste, que son emociones totalmente naturales de todos los seres humanos, sin que mezclemos la comida en medio”, dice Melchior.
Aprender a mantener un peso saludable
“El Método Ravenna tiene una tasa de éxito del 100% en los pacientes que asisten a los grupos para hacer consciente su vínculo con la comida y lograr cambiarlo progresivamente. Este porcentaje disminuye en los pacientes que optan por hacer únicamente el plan nutricional porque cometen los mismos errores que en dietas anteriores. El vínculo que tenemos con la comida se cambia trabajando de manera grupal y con orientación profesional adecuada, no se logra cambiar sólo por bajar de peso o seguir una dieta”, dice el psicólogo
“Respecto a la mantención del peso alcanzado, la estadística se repite. Nuestro método propone una etapa de mantención que permite no recuperar el peso perdido. Generalmente las personas bajamos de peso para luego volver a comer como antes y volvemos a engordar ya que no es lo mismo aprender a bajar de peso que aprender a mantener un peso saludable. En la etapa de mantención se aprende a ser un “flaco profesional” mientras se trabaja el orden en la alimentación, la imagen del cuerpo, el manejo de las emociones sin recurrir a la comida, etc.” aclara el profesional.
Melchior señala que la única forma de mantener el peso es seguir trabajando en el vínculo con la comida aunque ya se esté en un peso saludable. El hecho de que haya bajado el exceso de peso no es garantía de que se logrará mantenerlo mantenerlo, sin embargo esto es posible cuando se le encuentra un sentido y se aprende a disfrutar activamente de los beneficios que brinda un cuerpo sano y en forma.
Con respecto al efecto “rebote psicológico”, el pprofesional afirma:
“Nadie puede garantizar que alguien no volverá a aumentar de peso, sobre todo entendiendo el papel que juega el aspecto emocional en el comer. La vida siempre nos presentará momentos de bienestar y otros de mayor sufrimiento, y puede suceder que ciertos momentos (como una separación, una pérdida, dificultades económicas, etc.) generen un impacto emocional que me lleve a retomar las conductas que anteriormente colaboraron con el aumento de peso. Justamente esto es lo que se puede cambiar en participando de la etapa de Mantención de nuestro Método.
“La Mantención no es un lugar de llegada sino un proceso dinámico y con altibajos.”
Franco Ravenna comparte con nosotros 5 tips para revertir las conductas que nos hacen subir de peso
- Comer lento: al comer rápido, comemos más de lo que necesitamos para estar satisfechos. Hay que soltar los cubiertos entre cada bocado y masticar más veces. También podemos contar la cantidad de veces que masticamos para darnos más tiempo. Así se logra saborear mejor la comida y sentirnos saciados comiendo menos.
- Tomar distancia de las comidas que más nos tientan: generalmente planificamos no comer algo porque estamos a dieta, pero una vez frente a la tentación nos “permitimos” un pedacito que nunca es sólo uno sino el primero de varios.
- Dormir bien: el descanso apropiado es muy importante para evitar el aumento de peso. Durante el dormir se regulan procesos hormonales que determinan nuestra saciedad y apetito. Se recomienda dormir entre 7 y 8 hs de descanso nocturno.
- Servir las porciones justas antes de comenzar a comer y no llevar la fuente a la mesa: esto previene que volvamos a servirnos una vez que terminamos la porción que corresponde y así se logra más fácilmente respetar el plan nutricional.
- Buscar nuevas gratificaciones que no pasen por la comida: para todos es placentero comer cosas ricas, el problema se da cuando el comer es mi principal fuente de placer. Muchas veces comer es una fuente de placer de muy fácil acceso que al repetirla demasiado nos quita de foco otras actividades que son mucho más gratificantes.