Mario Cerda y Mandina Carrasco, un matrimonio con historia
Mario Cerda y Mandina Carrasco van a cumplir siete años a cargo de uno de sus proyectos de vida: la librería Qué Leo Forestal y por estos días comienzan a celebrar. Es un año que promete, luego de una difícil temporada que comenzó con el estallido social y siguió con la pandemia. Ubicada en la zona cero, Merced 76, Santiago , frente al parque, la librería estuvo en el epicentro de las confrontaciones primero y luego tuvo que cerrar sus puertas a una ciudad fantasma y virulenta.
Las editoriales los apoyaron, los lectores hicieron lo suyo y comenzaron a pedir libros en línea. Entonces, temprano, Mario preparaba envíos de los pedidos nocturnos y Mandina trabajaba a puerta cerrada el orden y la administración.
Sobrevivieron y juntaron ganas
El 6 de enero, le dieron paso a los Reyes Magos para presentar la tercera edición de los Premios Forestal. Con diez categorías en las que cuatro libros de un género competían por conseguir el galardón por medio de votación popular, convocaron a cientos de votantes y una veintena de autoras y autores.
La premiación fue masiva y tal como dijo Francisco Ortega, la asistencia fue una muestra de que la familia Cerda-Carrasco ha crecido por amor a la literatura.
La leyenda
Cuenta la leyenda que Mario estudió electricidad y más tarde se dedicó a vender enciclopedias. Fue en ese momento que descubrió lo mucho que amaba la lectura. Luego trabajó en Qué Leo, mientras Mandina lo hacía en una ferretería. Después de mucho pensar, decidieron embarcarse en el proyecto que, estaban seguros, los haría más felices y armaron la sociedad de la librería.
Es indudable que así ha sido. Si bien las circunstancias no siempre los acompañan, el conocimiento literario, la amabilidad con la que atienden al público y acogen a escritoras y escritores, ha sido factor fundamental para que el negocio vaya más allá de la sobrevivencia y se convierta en un punto de encuentro para los amantes de los libros.
Larga vida a esta Pyme familiar; larga vida a la literatura.