El protagonista de estos poemas recorre el continente, alojando en hoteles y esperando encontrar, ya sea en Santiago, Buenos Aires, Ciudad de México o Nueva York, un poco de compañía. O mejor, ternura. Pero el mundo está bravo y lo que abundan son las almas quebradas, hombres y mujeres que renunciaron a sus sueños, sucumbieron a las drogas, adhirieron a las ideas más conservadoras o se fueron a vivir al campo. Un libro atravesado por el deseo, la ironía y la soledad.
El próximo 30 de agosto, a las 19:30 horas, en la Sala A1 del Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), se realizará la presentación de Mil noches de Sudamérica, libro que reúne cuarenta y cinco poemas que, como su nombre lo sugiere, invitan al lector a un recorrido físico y emocional por el continente.
Amantes, amigos, profetas, vecinas y mentores se dan cita en estas páginas que por momentos tienen algo de ajuste de cuentas, pero también de esperanza y libertad. Es la esperanza y la libertad que, en la mejor tradición de la literatura, provienen del humor y el distanciamiento, de quien no se toma tan en serio y desconfía hasta de sus propias creencias, de alguien que está “recolectando sufrimiento”, pero uno pequeño, porque no tiene madera de mártir, como escribe en su poema “No estoy listo para dejarlo”.
“Siento —explica Alex Anwandter— que este libro llena un espacio que la música (y más específicamente las letras de canciones) no alcanzan a llenar. Algo más abstracto, más profundo, en el sentido que me permite entrar con más calma a algún tema, y más abocado al sabor del lenguaje. Las letras de canciones son un poco esclavas a la melodía y al formato bastante estricto de la canción popular, que es muy corta y sintética”.
En estos versos la belleza de las palabras cede ante el dolor, la enfermedad y la injusticia. Pueden ser leídos como una crítica al estado del mundo y, al mismo tiempo, como el deseo genuino de estirar la mano en el vacío para “ver si alguien me la toma”, como se lee en el poema “De un país triste a otro”. Por ello, en este libro dolorosamente hermoso confluyen brasas y lágrimas, jadeos y rencores, dureza y cariño.
“Un libro es algo irremplazable como experiencia. Por otro, como artista, prácticamente todos los medios artísticos me parecen avenidas interesantes a explorar. Soy un poco de la escuela de artistas como Violeta Parra o Pasolini, donde el medio es menos importante que el acto de expresión. En este caso es un proceso que, en un principio, se desprende de escribir letras. O, más bien, la poesía y la lectura empezaron a informar la manera en que escribía letras hasta que, en la práctica de escribir, la poesía tomó un camino propio”.
Alex Anwandter nació en Santiago de Chile en 1983. Es músico, productor y cineasta. Mil noches de Sudamérica es su primer libro de poesía.