Internacional.- Cada mañana, desde hace dos años, los supermercados de Francia tienen la obligación de revisar sus alimentos y si estos están a punto de vencer- todo tipo de comida- y han sido refrigerados, deben entregarlos a alguien que se los lleva para el banco de alimentos, una iglesia o directamente las familias más pobres de cada ciudad.
Más allá de la generosidad, el tema es ley desde el 2016. Ésta prohíbe tirar los alimentos que están a punto de vencer- en Europa no se re-etiquetan como en Chile- lo que implica una obligación con la ciudad. Si un lugar de abastecimiento lo intenta siquiera, la multa va desde los 4000 euros a los 75.000 aproximadamente. Eso, sumado a los dos años de cárcel, si se identifica el culpable.
Los países en desarrollo tenemos un problema. Los alimentos se echan a perder y las naciones del primer mundo los tiran a la basura. Así, cadenas de supermercados y comida, dilapidan grandes cantidades de comida a nivel global. Por ello, Francia decidió cambiar el desperdicio con esta ley que cumple dos años.
En la foto de Big Fenómeno, el hombre de chaleco naranjo, entrega la comida que los supermercados franceses deben donar a los bancos de alimentos por ley.
En toda Francia, 5.000 organizaciones benéficas dependen de la red de bancos de alimentos, que ahora recibe casi la mitad de sus donaciones de las tiendas de abarrotes, según Jacques Bailet, jefe de la red francesa de bancos de alimentos conocida como Banques Alimentaires. Así, la nueva ley ha aumentado la cantidad y calidad de las donaciones. Hay más alimentos frescos y productos disponibles más allá de su fecha de vencimiento.
La ley es el reflejo de la reflexión sobre un tema. ¿Qué tal si, en Chile y Latinoamérica comenzamos a reflexionar sobre este tema fundamental para el crecimiento de la sociedad? No estaría mal, nada de mal.
