Dulces, estéticos y entretenidos de preparar, los cupcakes se han convertido en una de las recetas más buscadas en la red…y son adictivos
Santiago, Chile.- A propósito de los maravillosos cupcakes y sus ingredientes. Convengamos que somos un país con un alto grado de sedentarismo por nuestro estilo de vida, que va del computador al dormitorio cada día con más frecuencia. El tercer viaje…al refrigerador o a la cocina, para preparar “algo rico” y así nos vamos consolando de la dura vida que hemos elegido.
A raíz de nuestras frustraciones, la promoción de comida y la mala costumbre que tenemos los padres de premiar buenas conductas con alimentos, los niños y nosotros nos hemos vuelto obesos. Y el problema no es consumir un poco de azúcar o algunos alimentos procesados, un poco de aquella idea de “algo rico”. El drama surge de la influencia que estos alimentos tienen en nuestra adicción a la comida.
El azúcar de los cupcakes
La doctora Nora Volkow, directora del Instituto Nacional de Abuso de Drogas en los Estados Unidos, señala que la dopamina como neurotransmisor es la que genera adicción. Y esto es justamente lo que sucede con los alimentos elaborados en base a grasas y/o azúcares.
Imagina que estás deprimido o con alguna alteración emocional. Lo más probable es que pienses en regalarte un chocolate (bueno los cupcakes pueden ser aún más tentadores), pero de seguro no será uno, serán muchos más.
Pero, si permites demasiados estímulos de este tipo – azúcar, alcohol, harinas, cocaína e incluso sexo- el cerebro siente que está consumiendo en exceso. Entonces, intenta compensar la situación disminuyendo la fuerza del placer. Al realizar ese proceso, regula los receptores de D2 (los que activan la dopamina). Y ¿Qué sucede? La cantidad de placer disminuye ya que el cerebro desarrolla una cierta tolerancia a los estímulos. El próximo paso será subir las dosis de lo que sea que consume, para conseguir un mejor resultado emocional.
Preparar y comer “algo rico” es válido, teniendo claro que no es necesario consumir todo lo que tengamos, de una vez. No cuesta nada adquirir una adicción, lo que cuesta es salir de ella. V.B.M