De amantes, canto y salud

La creación siempre es catarsis, placer o ambos. El canto reúne a la gente en torno a una actividad que libera, da salud y mejora la calidad de vida.

Santiago, Chile.– Todos hemos leído más de una vez el texto “Hay que te tener un amante” y el consejo, cada día es más asertivo, considerando el tipo de vida que llevamos. El afán por cubrir los gastos, mantener el trabajo, que muchas veces odiamos, aparentar que todo está bien (sabes que basta que se filtre un poco de energía negativa para que todo el mundo escape de tu lado) y seguir dando cuerda a tu propio reloj, cuando quisieras abandonarte en una playa por los siguientes cuatro años, realmente hace mal. Por lo mismo, es siempre necesario tener una vía de escape y cuando la tienes, todo, incluso la energía a tu alrededor cambia.  Hacer terapia, buscarse amantes, como los del texto, se convierte en una prioridad.

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Numerosos estudios señalan que la música y , en especial el canto, pueden convertirse en una hermosa terapia, para sanar el alma. María Joseph Besson, Máster en Musicoterapia  señala que al emitir sonidos, con el esfuerzo de inhalar y exhalar, involucramos al cuerpo, proyectando la energía , aquella que proviene de nuestras emociones y que no debería quedar dentro.

Al emitir sonidos – lamentos, gritos, mantras o canto, bloqueamos los nudos emocionales. Entonces ¿por qué no cantar?

Hace un par de semanas asistí al “Café Concert” en la Academia de Alicia Puccio, invitada a raíz de la entrevista que publicó CaféVirtual con anterioridad y tuve la oportunidad de ver el resultado en escena de 5 mujeres adultas, las que llevan varios años de ejercicio vocal en la institución. Debo reconocer que fue una grata sorpresa. Sin importar lo buenas que fueran al cantar, el nivel de interpretación, de presencia escénica y pasión de las participantes, va más allá de un juego. Se nota que, en algún minuto de sus vidas, todas quisieron dedicarse a la música y el placer de subirse a un escenario las libera. Además, con la seguridad que les da haber tenido clases con expertas del medio, el miedo (que en algún minuto debe haber existido) ya parece no hacerles mella.

Cabe señalar que parte de la sorpresa la constituyó el temperamento artístico desplegado por algunas de ellas- como Mónica Ortega, en la imagen de portada- que hacen preguntarse al espectador …y esta persona ¿por qué no se dedicó a esto, por favor?

Al margen de lo anterior, la cofradía afectiva que surge de grupos como este que me tocó ver, también se convierte en un apoyo para la vida.

Urgente, hay que buscarse un amante ya; hay que cantar, ahora. M.R.

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