Matías González viaja constantemente a Estados Unidos, donde es reconocido por su trabajo fotográfico de matrimonios y documental. Su portafolio sobre un bloque de inmigrantes en Brooklyn ha recibido excelentes críticas internacionales.
Cuando Matías González tomó una cámara fotográfica en sus manos por primera vez a los 15 años nunca habría podido imaginar todo lo que esa máquina iba a brindarle. Aunque a la hora de definir su futuro optó primero por Diseño Gráfico Multimedia y luego por Comunicación Audiovisual, pronto se dio cuenta de que su interés era conocer personas, contar sus historias y viajar. Todos esos objetivos los cumplía con la fotografía.
En 2011 realizó sus primeros trabajos ligados al mundo del lente y del disparo, al retratar eventos sociales, sesiones y otras actividades. Por ahí llegó a un área que le ha traído muchas satisfacciones hasta el día de hoy. “Comenzó a interesarme particularmente la Fotografía de Matrimonios con una mirada más documental, por lo que empecé a tomar talleres de Fotógrafos de Matrimonios que tenían un trabajo interesante, como Andrés Medina, Kyle Hepp, Nordica Photography, Natalia Roca y Ryan Brenizer. Al principio trabajé cubriendo matrimonios para una productora, experiencia que me dio aún más herramientas para comenzar mi trabajo independiente como fotógrafo”, explica González.
En 2013, Matías ingresó a la Universidad del Pacífico a estudiar Fotografía, donde sacó a relucir su gran talento en el rubro. Gracias a un convenio con la Escuela Argentina de Fotografía, en 2014 se fue a terminar sus estudios a Buenos Aires. Al regresar a Chile comenzó a desarrollar el proyecto Quilicurast, donde documenta su experiencia con esta comuna del norte de la Región Metropolitana, un destacado trabajo fotográfico con el que se ganó una Beca del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes para realizar un Workshop con el renombrado fotógrafo del National Geographic Ed Kashi, durante el Festival de Foto de Arica 15. Gracias a ese premio fue invitado a ser parte del reconocido staff del colectivo de fotoperiodismo Migrar Photo.
Hace tres años que el joven fotógrafo chileno viaja constantemente a Estados Unidos, donde se ha dedicado a fotografiar con gran destreza matrimonios junto al destacado profesional Ryan Brenizer y su esposa Tatiana Breslow. González también ha continuado con su trabajo de autor y realizó un portafolio documental en un bloque de inmigrantes ubicado en Bushwick, Brooklyn (The Block – Stories From Bushwick).
Hoy en día, Matías González es uno de los fotógrafos chilenos más conocidos a nivel internacional, gracias a su destacado trabajo como documentalista, que está disponible en sus redes sociales como Facebook eInstagram, y en sus sitios web de fotografías de autor y de bodas. En noviembre será disertante en el Congreso de Fotografía Documental “Latino Foto Festival 2016” a realizarse en Santiago, mientras que en febrero del 2017 se presentará en el Congreso de Fotografía Magia “La emoción visual” en la ciudad de Concepción.
¿Cómo describirías tu experiencia laboral hasta ahora?
Mi experiencia laboral ha sido muy interesante y desafiante a la vez. Ser independiente no sólo es disponer de los tiempos para trabajar como uno lo dese, sino también significa generar oportunidades de trabajo y aprender a aprovecharlas.
Desde el comienzo intenté desarrollar una fotografía honesta conmigo mismo y con las personas a documentar. Me encantan las relaciones sinceras y la cantidad de momentos increíbles que se pueden llegar a registrar.
Principalmente me dedico a la fotografía de matrimonios, donde muestro mi mirada sobre este tipo de ceremonias y las historias que se narran a través de las personas y de los momentos que se registran como legado visual para cada una de las familias. También realizo fotografía documental y de autor, ya que me interesan particularmente los asuntos sociales contemporáneos. Me fascina la idea de poder estar inmerso en diferentes realidades y ser capaz de entregarles una voz mediante mis fotografías.
¿Qué es lo más gratificante o especial de sacar fotografías a matrimonios?
Lo más especial de sacar fotografías documentales a matrimonios es saber que las imágenes pasarán directamente a ser parte de la historia. Es sumamente gratificante tener la responsabilidad de contar, bajo mi mirada, un día tan importante para las parejas que me contratan. Me encanta trabajar con personas que valoran la fotografía, quienes ven en ella la posibilidad de preservar la memoria, ya que son esas imágenes las que compartirán posteriormente con sus sobrinos, hijos, nietos y bisnietos.
¿Cuál es tu sello como fotógrafo?
La frase “No risk no life” representa varias cosas de mí y de mi fotografía. Hago lo que considero satisfactorio, sensato, loco y cuerdo. No discrimino mis gustos y no pretendo ser alguien que ya existe; solo sigo el instinto, la música que me gusta, la calle, lo efusivo, gustos propios e intentos constantes que no se terminan y que día a día van pavimentando una idea o un concepto en especial. Llevo solo 3 años y medio como fotógrafo de matrimonios y creo firmemente que mi trabajo de autor está presente en mi mirada como fotógrafo de matrimonios y eso es un plus.
¿Cuáles son tus planes a futuro y sueños en lo profesional?
Ver la vida a través de la fotografía es una experiencia increíble. Planeo seguir fotografiando y contando historias, denunciando hechos, creando testimonios y memorias. Aunque pretendo seguir con mi trabajo de fotógrafo de matrimonios, mi sueño sería poder dedicarme exclusivamente a la fotografía documental. Anhelo generar contenido fotográfico y audiovisual potente e interesante capaz de transmitir un mensaje. Me encantaría exponer alguno de mis proyectos y crear libros.
Laura Muñoz
