Santiago, Chile.- No sólo dejó buenos recuerdos como diseñador. También dejó una imagen impecable como persona. Sí, porque Luciano Brancoli era amigo de sus amigos y si podía hacer algo por los demás, no dudaba un segundo.
Llamamos a una de sus fotógrafas de más confianza, quien confidencia que, cuando una de sus modelos habituales, europea y de gran prestigio, descubrió que tenía cáncer, Luciano la llamó para ofrecer dinero. “Y considerando las cifras que se manejan en enfermedades de ese calibre, Luciano no ofreció 20 mil pesos…ofreció todo lo necesario” dice la profesional que prefiere no ser identificada. “Por suerte ella no lo necesitó “ cuenta “porque el seguro europeo cubría todos los tratamientos, pero la actitud retrató de cuerpo entero a Luciano. Un acto de generosidad que no tenía por qué ser”.
En términos profesionales será recordado como el Director de Carrera del AIEP, el diseñador que creó el vestido metálico de Raquel Argandoña que causó un buen escándalo en el año 1981, los diseños para Cecilia Bolocco, Tonka Tomicic y Marcela Vacarezza, entre otros. Que vistió a Claudia Schiffer, a Raffaela Carrá y a Pilar Jarpa, todo eso se comenta por estos días, pero al final, lo más importante será el recuerdo de sus más cercanos: amigos, cómplices y familiares que disfrutaron de la compañía de un hombre libre y creativo, como hay pocos en la historia nacional.
