Viajamos hasta Barcelona y disfrutamos de la historia de su parque principal a través del relato de la periodista Ana Rosa Romo
Barcelona, España.- Treinta grados de calor en la ciudad, arde el cemento, no sopla ni una brisa… pero entrar al Parque de la Ciudadela y recorrer sus senderos arbolados y sentarse a la sombra en sus escaños, es una experiencia extraordinaria. Podríamos pasar el día entero allí. ¡Qué hermoso!
Está en el centro de todo, a pasos de la Estación de trenes llamada Francia, a un costado del Arco de Triunfo y en las cercanías de la Villa Olímpica y circunvalado por el moderno tranvaix (tranvía) que cruza Barcelona en diagonal de montaña a mar.
Ocupa los terrenos de la Ciudadela construida por Felipe V para dominar la ciudad tras la Guerra de Sucesión Española, en el siglo XVIII. El parque de la Ciudadela (en catalán, Parc de la Ciutadella) fue durante muchos años el único de la ciudad. Fue construido a imagen y semejanza del Jardín del Luxemburgo de París.
En la actualidad, es uno de los más extensos de Barcelona con más de 17 hectáreas; incluye también el Zoológico, donde desgraciadamente trasladaron “La dama del paraguas”, la más emblemática escultura de mármol que fue realizada por Roig Soler para decorar el recinto de la Exposición Universal de 1888, y que ahora hay que pagar la entrada a ese lugar para verla. Antes estaba en medio del parque en un espejo de agua.
Pero las atracciones son diversas, no sólo la gran variedad de árboles y plantas.
Tiene una fuente espectacular ¡hasta con cascada! , y en la cumbre de su torre, una diosa conduce cuatro caballos pintados en “pan de oro” que refulgen al sol como joyas de verdad; una laguna suficientemente grande para navegar en botecitos a remos y albergar fauna acuática; un invernadero, un museo… y ¡¡UN MAMUT!!, que es el que concita el mayor interés de todos los visitantes, y donde hay que hacer cola para tomar fotos.
Está construido de hormigón y mide más de tres metros. Formaba parte de una colección de reproducciones de animales prehistóricos que el naturalista Norbert Font i Sagué ideó para este recinto, pero murió antes de completar su proyecto. El mamut se confeccionó según la maqueta del arquitecto Miquel Dalmau y fue instalado en 1906.
Espero que paseen un poco por este maravilloso parque a través de estas fotos.