Por Jaime Piña *
Su música es para los que vienen de vuelta, para los que retornan al conocimiento, a la vibración de los sonidos telúricos y a ese ritmo que llevamos todos en la sangre, cuya esencia se activa con la pulsión de los ritmos que nos contactan con la tierra. Holman lo llama Etno Jazz, porque contiene el sonido Mapuche y el jazz, improvisando y mezclando estos dos lenguajes.
“La tarea que me he dado como músico, es conectar a la gente con ese principio telúrico, que además de consistir en un conocimiento, nos hace mirar nuestro origen, ¿quién estaba hace mil años en estas tierras? los mapuches, con una cosmovisión espiritual perfecta. Nuestra cultura se ha impresionado
imitando al Hemisferio Norte, despreciando al indio, porque lo considera atrasado y por su parte ellos se han vuelto herméticos y no entregan su conocimiento, por lo tanto hay un vacío que la historia y los movimientos sociales deben decodificar”.
EL DVD
Corría el 2011 cuando tres amigos bajistas se juntan para dar un concierto en Matucana 100. Christián Gálvez, Jorge Campos y Ernesto Holman, que hacen de las suyas en un espectáculo que registran en DVD y que sale a la luz como un acontecimiento histórico. “Con Gálvez, un virtuoso del jazz, Campos más rockero y yo en fusión Mapuche, coincidimos siempre y terminamos tocando ritmos acuecados, que nos afloran naturalmente”.
EL BAJO
De Viña del Mar, su tierra de origen, el año 60 en su liceo conoce una
banda instrumental, que lo enamora de la música. Buenos amigos le enseñan a tocar guitarra hasta que obtiene su propio bajo. Después vienen las influencias de Mahavishnu, Emerson Lake and Palmer y Jack Bruce de Cream. Holman es licenciado en composición del Conservatorio de la Universidad de Chile. “Sabía que existía Beethoven, pero escucharlo y entenderlo me abrió un mundo maravilloso y me dediqué exclusivamente al conservatorio, abandonando el rock y todo lo demás”.
¿Qué ganaste con la música docta?
– La construcción y las variables del mundo sonoro, estudié composición no para ser un compositor, porque todavía no me considero uno, sino para ampliar mis horizontes en la música. Muchas vueltas de la vida después me pregunté sobre el deber del músico y llegué a dos caminos: el abstracto y /o/u hedonista, donde encuentro placer, me gusta y punto. Y el otro con un rol social que observa sus raíces y conoce donde están insertas, qué valores comunica y qué responsabilidad tiene con la sociedad. Llegué al concepto que cada tierra tiene un ritmo, Sudamérica lo tiene, en Chile se llama cueca, básicamente como el Choike –cueca– y Pürrün –danza–, que en Mapuche son danzas ceremoniales conectadas con la tierra. El ritmo de esas danzas las puedes derivar al ritmo de la cueca, porque son propias de Chile. Entonces la misión del músico, que es quien maneja la energía sonora, es la de invocar ese ritmo.
¿En la misión cabe rescatar y modernizar esas tradiciones?
– Todas las anteriores son posibles, pero no es malo conocer primero
los antecedentes culturales que tenemos. Al respecto hay un aforismo Mapuche: “Nadie sabe para dónde va, si primero no sabe de dónde viene”. Entonces debemos estudiar, aunque no lo enseñan en las universidades, si lo entiendes, úsalo como quieras, no hay reglas. Los folkloristas tradicionales insisten en no modificar las tradiciones, yo soy más abierto. El ritmo de la cueca tiene una vertiente española, negra y Mapuche. No es una invención de alguien.
EL GRUPO CONGRESO
Se forma el año 69 en Quilpué, con los hermanos Fernando, Pato y Tilo
González, con Pancho Sazo y Fernando Hurtado. Después aparece Renato
Vivaldi, flautista y Arturo Riesco, percusionista. Tilo y Pato González estaban en el Conservatorio de Música de Valparaíso, cuando sonaba fuerte el rock progresivo, ahí se dan cuenta que debían aprender más música, y Pato se concentra en la percusión y Tilo en el chelo. Pancho Sazo viaja a una beca de filosofía a Bélgica y Congreso se queda sin voz. Como a Tilo le gustaba Frank Zappa, empiezan a juntarse para escuchar otro tipo de música y surge la inquietud de que Holman ingrese a Congreso. Tocan juntos en un club en Reñaca y luego en el Hotel O’higgins, pero cuando el bajista Fernando Hurtado seretira, recién al año siguiente Holman se integra. Ahí descubre el bajo fretless, con cuyo instrumento hace su aparición en Congreso.
¿Qué particularidad tiene ese bajo?
– Es una expresión distinta, con cuatro cuerdas pero sin trastes,
permite hacer vibrato y como soy lírico en mi música, me acomodó
perfectamente, aportando un lenguaje nuevo en esa época.
JOE VASCONCELLOS
¿Existía el gen Mapuche ya en esos años?
– Tocamos un tema con ritmo Mapuche de Joe Vasconcellos y con Tilo,
llamado Hijo del diluvio. Sabía que era Mapuche, pero en ese tiempo no
había conectado aún con ello, pero sí me daba cuenta que era la verdadera música chilena, su letra es un manifiesto a lo que deberíamos hacer todos, reconocer de dónde somos. Como me prendía mucho ese tema, invité a Joe el pasado 28 de abril al Nescafé de las Artes, al lanzamiento de mi disco De raíz, porque la primera vez que tuve contacto con lo Mapuche fue a través de ese tema. Joe fue importante en Congreso y se integró prontamente, él llegó con Matia Bazar a presentar sus canciones, con ganas de actuar en el Hotel O’higgins y comenzó una amistad. En el hotel nos prestaban los salones
para ensayar y todo se dio ahí. El verano del 81 aparezco en un ensayo de Congreso mostrando cómo sonaba el bajo fretless, armamos temas y no me separé más del grupo. Compartimos cuatro años con Joe, hasta que él parte a Brasil y yo a Nueva York el 84. El grupo se traslada el 85 a Santiago y entran Campos y Vivanco ”
Para saber más de su instrumento viaja a Nueva York, evidentementeChile le quedaba chico en cuanto a conocimiento del bajo fretless. En ese andar y por lo caro de la ciudad, trabaja en un restorán conociendo el mundo del Jazz, se empieza a mover en los clubes del Village y se entera que Jaco Pastorius dará un concierto. “Estaba en la meca de la música, yo era un porteño que vivía una realidad chica. Y cuando lo voy a saludar él estaba recibiendo un llamado en unteléfono público, se da vuelta después de cortar y nos encontramos, me saluda ‘heyyy man’, me dio la mano, un saludo como si nos hubiésemos visto antes, le conté de Chile y me puso el ‘chileman’, me dijo que reservara un puesto porque se iba a llenar, con mi cámara Zenit medediqué a sacar fotos hasta que se fue toda la gente y Jaco se puso atocar el piano, se paró y nos fuimos a la barra, en medio de la conversación me pregunta qué iba a hacer, y justo en ese momento, como era adicto a la cocaína, se desaparece en el bar. Tengo el privilegio de decir que Jaco, leyenda del bajo eléctrico, tocó para mí. Pero ese encuentro tuvo más significado, porque él pertenecía a la hermandad del águila, muy preocupado de la música indígena, incluso en suspresentaciones vistió de indígena para tocar. A veces pienso que fueesotérico el encuentro, porque existió la sensación de que nos conocíamos. Nos seguimos encontrando, pero estaba muy loquillo por la droga.
¿Cuéntame sobre la experiencia del Etno Jazz?
– Un tiempo viví una sequía musical y me dediqué a la pintura, que un chamán mexicano conoció, producto de eso me invitó a una de sus charlas. Quedé alucinado del mundo indígena, le pedí ayuda porque estaba seco y fue a mi casa en El Arrayan, que tiempo después descubrí era un lugar sagrado Mapuche. El chamán me dijo que pusiera el despertador a la tres de la mañana, y que fuera al patio. Me levanté y fui, de pronto sentí una voz que decía: “qué música”. Y escuché tambores en la primera revelación que tuve. Seguí levantándome a las
tres de la mañana y a tocar en El Arrayan. Una vez inesperadamente aparecieron machis y loncos, fue una experiencia sobrenatural laaparición Mapuche y la importancia que tiene a nivel planetario, no es una étnia que quema camiones, sino una cultura que esta dando una vuelta de tuerca a lo que ocurre en el planeta.
PRÓXIMO CONCIERTO:
CENTRO ARTE ALAMEDA
LOS BAJISTAS CAMPOS, HOLMAN Y GALVEZ
SABADO 28 DE MAYO
El concierto expondrá los diferentes estilos y repertorio de los tres
mejores bajistas de nuestro país, en el que ejecutarán diversos tipos
de bajos eléctricos.
Jorge Campos, fue miembro de Fulano, Congreso y Santiago del Nuevo
Extremo. Ernesto Holman, ex miembro de Congreso –1980-1984–, es
creador de la música de raíz en ritmo Mapuche Étno Jazz. Y Christian
Gálvez, compositor, bajista y productor chileno, ha desarrollado jazz
fusión y fusión latinoamericana.
www.centroartealameda.cl / Fono: 22664 8821
https://www.facebook.com/
*Jaime Piña es director y gerente general de la Revista La Noche