10 discos en 9 años, un Premio Pulsar y el reconocimiento de un público que cada vez se vuelve más fiel a este creador, podría sintetizar el período que está viviendo el autor de “Venditas”
Santiago, Chile.- Encuentro a Javier Barría en un café de Providencia para realizar la entrevista. Está enfrascado en su computador, a pesar del ruido proveniente de la mesa contigua, donde un grupo, al parecer de asistentes a un evento internacional, vocifera y ríe como si no hubiese nadie más. Javier es amable, “piola”, algo tímido. Me pide disculpas porque debe responder un mail, pero a los pocos minutos entrega toda su atención para responder las preguntas. Es serio, pero cuando sonríe, lo hace también con los ojos. Comenzamos.
¿Cómo ha estado la recepción del álbum Estación Pirque?
J: El disco me tiene muy contento porque es un reflejo del presente. Es un disco que suena como un pasado casi que no existe, o sea tiene guiños a música del pasado, que sé yo. Traté de que sonara un poquito añejo, pero es un reflejo de mi presente, de la música que quiero hacer ahora, lo que quiero cantar ahora. Cuando lo hago en vivo, que han sido 3 o 4 conciertos hasta ahora, lo disfruto mucho. Es un disco muy calmo, un disco de varias primeras veces para mí.
¿En qué sentido?
J: Piensa que yo llevo años tocando mis canciones en formatos pequeños o solitarios. Esas canciones no fueron concebidas así originalmente. Siempre he dependido de bases rítmicas o de conciertos de volúmenes – baterista atrás, un teatro, un sonido grande-. Primera vez que hago canciones que no requieren de eso, que requieren de un nivel de volumen, que requieren como atención, silencio.
Un ambiente distinto…
J: Toda la música que uno hace tiene un contexto. Hasta hace poquito yo vivía casi de sólo tocar en vivo. Eso implicaba tocar en muchos lugares distintos: desde bares donde la gente conversa -bueno eso no lo hago hace tiempo- hasta no sé, espacios que me obligaban a tener un repertorio con volumen. Y ahora al pensar este disco, primera vez que puedo pensarlo y llevarlo en vivo tal cual como suena, con las condiciones que yo quiero y con una audiencia que lo disfruta tal como es. Ahora toqué en un bar, el Clan, que es bullicioso y la gente estaba en silencio totalmente y yo tenía un poco miedo de que no se entendieran las canciones… y la gente (estuvo) en silencio total, hasta sentada en el suelo.
“Hace un año que no escribo una canción”
Tus canciones tienen letras potentes ¿Expresas tu vida o juegas con el imaginario y lo colectivo?
J: No es sólo mi vida, aunque hay harto (sonríe). La gracia está en disfrazarlo en un imaginario. Es como una estética de la tristeza, por eso es un imaginario. Me tira más por ese lado, la cosa más sufrida, más intensa. O me tiraba más por ese lado, ahora no estoy escribiendo hace tiempo, no sé hacia donde me voy a tirar ahora.
Hay un lenguaje poético que tiene que ver con la lectura, el conocimiento del mundo ¿es así?
J: Si, he sido muy lector y he pasado por épocas, pero también veo mucho cine. La misma música me inspira también. El ejercicio de entender canciones de otros es un alimento tan grande, escuchar. Es una suma de cosas, no sólo la lectura. Si a ti te llama la atención quizás el vocabulario que utilizo o las metáforas, será una herencia quizás de haber leído desde chico. Por lo menos delata una preocupación que tengo por las letras. Pero también me pasa que hay épocas, como ahora, que hace como un año que no escribo una canción. Que no hay ganas de decir nada, así es que trato de no forzar eso. No tengo nada que decir, no están saliendo letras. A lo mejor es un momento de calma, el minuto de silencio.
¿Has pensado en seguir internacionalizando tu carrera?
J: Si es algo que tengo pendiente hacer, pero en este momento, de hace 3 años hasta ahora, estoy en el lugar preciso, es el mejor momento para estar acá; me va bien, disfruto lo que hago. Estoy en un momento muy privilegiado en realidad, no sé cuánto va durar. En algún momento baja la curva, bueno será un momento para viajar, no sé… en este momento no debería.
Javier Barría ¿existe una diferencia entre la persona y el personaje?
J: No, personaje no (sonríe). Un tiempo creo que como que traté de ser un personaje. A ver te explico, yo igual estoy tocando súper poco en vivo ahora… concierto cada dos meses. Hubo un tiempo en que eran 4 o 5 al mes, era un training muy pesado y obviamente ahí, uno adopta, por culpa del escenario, una forma de ser. Últimamente soy súper práctico, vengo a hacer mi trabajo, canto, trato de transmitir una buena energía, y listo, no soy un personaje de escenario.
Mary Rogers
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