Kafka ha muerto, viva Jonas Karlsson

Jonas Karlsson, actor y escritor sueco se posiciona como el nuevo Kafka por su original forma de escribir, entre hermética y misteriosa, pero además, poseedora de un humor negro sublime.

Björn es el protagonista de esta curiosa novela sobre el mundo de una oficina actual. Pero la historia va más allá, se trata de un retrato de la sociedad en que vivimos, de los roles que creamos por la necesidad de seguir el rumbo obligado del trabajo y el progreso.

El personaje a ratos es odioso, pero lo es porque se parece demasiado a nosotros, los lectores. ¿Cuántas veces no habremos mirado con desprecio a un jefe que no está seguro de lo que hace y tiende a proyectar sus culpas y equivocaciones sobre los empleados? ¿Cuántas otras no habremos reído de las manías de tal o cual compañero de trabajo? Y ¿los chismes? ¿Cuántas veces en la vida no nos hemos sentido mal catalogados en varios ámbitos y hemos tomado la crítica como un insulto personal? Nos miramos al espejo en el protagonista y no siempre nos gusta lo que vemos, pero no podemos evitar sonreír ante sus comentarios.

Björn encuentra una habitación que le permitirá escapar del mundo que lo rechaza, que no entiende su actitud de superioridad y su falta de habilidades blandas. Aquella habitación tiene una serie de particularidades que, para el protagonista se convierten en un oasis, pero como el “vive y deja vivir” cada vez se vuelve una frase utópica, el descubrimiento generará para el hombre, más de algún problema.

Con una narración que deja la mayor parte de los detalles a la imaginación, Jonas Karlsson logra atrapar al lector casi en las primeras páginas. Los capítulos son cortos y ágiles, por lo que no es un libro denso, aunque conceptualmente se podría decir que sí lo es, porque la ironía esconde la crítica social y el retrato sociológico casi descarnado, si hilamos fino, de lo que somos.

Competencia, falta de creatividad, deslealtad, obediencia ciega a las reglas y a los absurdos, se mezclan en esta historia que nos obliga a re-pensar nuestro propio quehacer diario.

CV.