Un libro apto para motivar y orientar a todo aquel que decida tomar el camino de la creatividad como medio de vida
Santiago, Chile.- Cuando Elizabeth Gilbert escribió Comer, rezar, amar, jamás pensó en el éxito que tendría con su propia vivencia. Su principal objetivo era seguir escribiendo y hacer catarsis. Al publicar su experiencia, sin querer, motivó a miles de mujeres en el mundo a cambiar de vida. Los visionarios del cine, en tanto, no tardaron en realizar la versión para la pantalla grande. Gran respuesta. Así las cosas, la autora se convenció de que todo su esfuerzo, personal y profesional, valía la pena. Entonces, escribió Big Magic, traducido como La magia, al español, donde cuenta cómo es su proceso creativo.
De acuerdo a sus propias declaraciones, ese y todos los libros que ha publicado nacen, originalmente, de su compromiso con ella misma. Si les sirve a los demás, fantástico, pero no es su principal objetivo. Su “necesidad” de escribir es más fuerte y va más allá del miedo a la crítica, al fracaso y a la exposición.
El texto de La Magia está escrito muy a la manera estadounidense, con ejemplos básicos y dirigido a la masa. Con una que otra acotación chistosa en medio, aliviana- quizás demasiado- el tema de la auto ayuda a los creativos. Sin embargo, es una instancia valiosa para compartir con todo tipo de artistas y personas, en realidad.
La Magia de Herzog
En uno de los capítulos, Gilbert narra un episodio vivido por un amigo de ella, un cineasta independiente. El hombre, en su molestia por no lograr lo que esperaba con sus películas, le escribe una carta de queja a Werner Herzog pidiendo consejo o quizás una mano para salir adelante. El cineasta alemán, sin conocer al sujeto, responde con otra carta en la que señala:
“Deja de quejarte. No es culpa de mundo que hayas decidido ser artista. No es obligación del mundo gustar de tus películas y, ciertamente, el mundo no tiene la obligación de pagar por tus sueños. Nadie quiere escuchar eso. Roba una cámara, si es necesario, pero detén el gimoteo y vuelve al trabajo”. Toda una lección.
Anécdotas como la anterior hay varias y muchas se transforman en moralejas que fácilmente pueden dejarnos pensando. Ella sabe contar historias.
Además de ser un texto entretenido, La Magia es un libro valioso en cuanto Gilbert comparte algunos trucos, ideas y sugerencias para trabajar diariamente. El resultado de la lectura bien puede ser, para algunos, el impulso final para decidir cómo avanzará en su propio camino creativo. Vale la pena darle una hojeada. CV