Los libros que nos eligen
Santiago, Chile.- Libros. No es necesario leer lo que está en la lista de lo más vendido, para disfrutar de una grata sorpresa. Por el contrario, los buenos libros se las arreglan para llegar hasta uno, en el momento indicado. Los encuentras en un lugar escondido de la biblioteca, saltan de un estante lleno de novedades en la librería o simplemente surgen debajo de un montón de cuadernos, en la casa de una amiga. Así me sucedió hace muchos años con “Un cuarto propio” de Virginia Wolf y así volvió a suceder con la llegada de “Gabo, cartas y recuerdos” , la magnífica narración de Plinio Apuleyo Mendoza, a mis manos.
Lo primero que debo decir de “Gabo, cartas y recuerdos”, es que lo tomas y no lo sueltas, porque más allá de la histórica amistad entre el querido Gabriel García Márquez y el autor, el libro está tan bien escrito y a ratos es tan emotivo, que no sólo es una crónica, ni una biografía, sino una obra literaria total. La biografía, de hecho, es una excusa para mostrar los parajes y las historias compartidas, con la fluidez que sólo la verdad de los hechos vividos puede dar. Así, los encuentros con personajes como Julio Cortázar, por ejemplo, se tocan en sólo una página y eso basta para cerrar un capítulo.
Los comienzos de ambos, Gabo y Plinio, en el periodismo, Francia y las inevitables pellejerías de principiante vividas en su capital, la Revolución Cubana y la decepción, la caída de los ideales, la miseria y corrupción de algunos, el ser humano en su plenitud y cómo sobrevivir a él, es lo que narra en forma magistral el escritor colombiano que, a sus 82 años, sigue escribiendo y tiene twitter.
De verdad, si quieres aprender de Latinoamérica de los años 60 y “ver” la historia tejida por dos amigos inseparables, no dejes de leer este maravilloso libro editado el 2013. Vale la pena, de todas maneras.
MRG
