Un muro es una edificación que “evita el contacto, la entrada o el ataque de un otro”, dice Guido Larson en el prólogo de su obra, recordándonos las innumerables construcciones que han separado y, a la vez, identificado a los pueblos.
Con un extenso prólogo en el que nos invita a reflexionar sobre historia y la conducta humana frente al poder y a la comunidad, el filósofo, escritor y editor del libro “La ciudad dividida. A 30 años de la caída del Muro de Berlín”, Guido Larson Bosco, logra generar interés por este texto que explica las causas de su construcción, permanencia y destrucción.
El catedrático, Director del Instituto de Humanidades de la Universidad del Desarrollo, convocó a Pía Martabit (Cientista política), Jorge Sanz (Cientista Militar), Felipe Delgado V (Doctor en Historia), Enrique López B (Abogado Magister), Valentina Utz (Artista Visual) y a Hernán Silva Arriagada, para compartir sus visiones sobre la fecha histórica en un tomo publicado por TC Editorial.
El análisis que los docentes realizan del hecho es, por lógica, mayormente político y la mención a distintos autores es una constante que invita al lector neófito a investigar más sobre la Guerra Fría, los Derechos Humanos, la motivación de los aliados y de la Unión Soviética en especial.
Siendo un libro orientado al área académica, el capítulo escrito por el abogado Enrique López Bourasseu es quizás uno de los más cercanos al lector común por su temática “Entrecruzando históricamente a Chile, Alemania y la Guerra Fría”. En él se refiere a los acontecimientos históricos de ambos países, durante un amplio período de cambios.
La mirada de quienes escriben es similar en muchos aspectos, en especial en la visión y orientación política, lo que no molesta necesariamente. El lector avezado será capaz de filtrar la propia opinión sobre los hechos, aprovechando de conocer una interesante cantidad de datos recopilados en estos escritos.
El arte en la guerra fría, de Valentina Utz, es un capítulo particularmente interesante en el que describe las tendencias artísticas de ambos lados de Alemania, así como las manifestaciones humanas de “protesta urgente”. En él están presentes los artistas alemanes e internacionales y su mirada del muro. Asimismo se refiere a la presencia de las mujeres en la historia del arte alemán, entre ellos gente como Lea Grundig, directora de la asociación de artistas de la RDA y quienes vinieron después de la caída como Cornelia Schleime. Esta última, viviendo en Alemania Oriental, desarrolló una carrera como pintora, escritora, directora de cine y actriz, siendo reconocida por Berlín el año 2016 con el premio Hannah Höch.
Es difícil reseñar un libro de historia con distintos autores, por lo que cada lector tendrá su propia visión del texto. En lo que todas y todos podemos coincidir es en su cuidada edición y la calidad de sus artículos.
De cualquier forma, un texto como “La ciudad dividida. A 30 años de la caída del Muro de Berlín” tiene como objeto, en palabras de su editor, seguir en su “permanente esfuerzo de desarrollar las humanidades, el pensamiento crítico y el análisis global… Desde la perspectiva multidisciplinaria, dialogante y transversal, se evaluará y analizará este hito fundamental para entender el término de la Guerra Fría y para visualizar la idea, a veces esquiva, de que las cosas que ocasionalmente nos parecen triviales, incorporar, casi como una adherencia, los fundamentos mismos de aquello que somos o nos gustaría ser” y sí, lo cumple.
M.R.G