Un perro es más que una mascota, es un ser vivo al que se le tiene que amar y tener paciencia; es otro integrante de la familia. Por Trinidad del Real
Estados Unidos- Muchas personas eligen tener estos seres peludos para criarlos como “guardianes” de las casas , o como los animalitos que sacas a pasear, pero que exclusivamente pertenecen al patio. Otros tantos – como yo-, los elegimos para ser parte de nuestra familia. Un perro es felicidad.
Sí, si eliges la última opción, tendrás que predisponerte a perder esos lindos zapatos que compraste con tanto esfuerzo, los anteojos que necesitas para leer todas las noches, o ese querido sillón heredado por la abuela.
Probablemente también, te volverás un experto en limpiar alfombras, cubrecamas, y muebles, y la palabra “no” será la más frecuente en tu rutina diaria, sin duda alguna.
Otras veces tendrás que armarte de valor, y sobreponerte frente a una enorme bestia salvaje que busca devorar a toda cosa a tu pequeña e indefensa criatura (sin importar el tamaño/raza /edad que este sea, siempre será tu cachorrito).
Los olores pueden parecerte otro problema al comienzo, sobre todo si te toca limpiar sus “regalitos” o si su comida favorita está hecha en base a pescado. Pero luego te acostumbras, o al menos lo aceptas.
Levantarte en las mañanas para evitar accidentes, no siempre es lo más fácil del mundo, [¿verdad?, o ¿qué tal el panorama de salir con tu amiguito, que te espera despierto a las 3 de la mañana, luego de la fiesta, mientras llueve en una oscura noche de invierno? ¡Uf!.
Puede que todo lo anterior te suene un poco aterrador -y quizás realmente lo sea-, pero nada de esto se compara al amor y la alegría que estos seres de luz te entregan cada día.
Mi perro, puro amor
Te aseguro que cada vez que llegues de vuelta a casa, aunque sólo hayas salido algunos minutos, tu amiguito te estará esperando con un gran recibimiento, como si no te hubiera visto en meses y ese sólo hecho, a veces justifica todas las preocupaciones mencionadas más arriba.
Tal vez tuviste un duro día en el trabajo, o tus estudios no salieron como lo esperabas, quizás sólo no fue el mejor día… sin embargo ahí está “´Él” (o Ella), esperándote para llenarte de besos y amor.
A los perros no les importa si te enojaste con ellos, si no les compraste un juguete nuevo, si decidiste dejarlo afuera la noche anterior, o si no le trajiste una comida especial. Ellos sólo esperan un poco de amor de vuelta, el tiempo que puedas darles, ya sea para jugar, pasear o sólo estar a tu lado.
Si nos vamos a la parte más práctica, un perro te aporta felicidad de muchas otras maneras: te obliga a salir de una rutina sedentaria, ya que tu compañero/a, necesita pasear constantemente. Por otro lado, te hace pensar en otro ser vivo, y en sus necesidades, permitiendo que te desconectes un poco de tus problemas personales.
Te aseguro de que si asumes la responsabilidad de amar y cuidar a un “hijo de cuatro patas”, te cambiará la vida, para mejor. Yo, ya no imagino mi vida sin mi Luke.
Como dijo el escritor Carl ZuckMayer: “La vida sin perro, es un error”. TdR