Una artista que el público debe conocer, más allá de las aulas universitarias
Santiago, Chile.- Cuesta esperar cuarenta y cinco minutos para el comienzo de un concierto, más aún cuando el calor de la sala agobia. Sucede siempre en Sala Máster, la espera, porque la transmisión del concierto correspondiente se realiza en directo a través de la radio de la Universidad de Chile. El miércoles pasado, el recinto estaba repleto y hacía calor, demasiado calor. Gente de todas las edades iba a escuchar el lanzamiento de Violeta de Chile, trabajo realizado por Milena Viertel. La acompañaban tres músicos excepcionales: Tilo González en percusión, Federico Faure en contrabajo y Oliver Oporto en chelo. Cuando comenzaron a tocar, la gente olvidó la falta de aire, al menos por un rato.
Viertel domina el piano con la fluidez de quien habla. Se expresa con él desde el alma y junto a un canto potente y dolido – el lamento de las cantoras y poetisas de nuestra tierra- entrega su homenaje a Violeta haciéndola vivir. Parra casi no está presente en lo tradicional (no hay versiones, sólo guiños), pero está vibrando en esta otra Violeta.
La conexión de Milena Viertel con las raíces es real. El sonido no es una imitación de voces campesinas, es un sentimiento que surge con fuerza en la música y se contagia. Para el que no está acostumbrado a escuchar algo más que lo conocido, la experiencia puede ser demasiado diferente en un comienzo, pero la armonía se vuelve fácil al oído y permite que el público viaje emocionalmente con su creación.
El disco está grabado con todos los recursos disponibles en el país y en el extranjero, gracias al apoyo de la Universidad de Chile y del Fondo de fomento a la música nacional, por lo que escucharlo es casi tan grato como asistir a una presentación.
Milena Viertel es académica de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, compositora, pianista y cantante. Ha publicado los álbumes Puerto Olvido (2008) y Violeta de Chile (2017). MRG