Protagonizada por Anthony Hopkins y Jonathan Pryce, la cinta ha suscitado críticas y alabanzas
Los dos Papas . La cinta comienza con un guiño a lo cotidiano. Una mano, un antiguo auricular y una voz que pide pizza. La mujer al otro lado de la línea pregunta quien llama. Al recibir la respuesta comenta:”Jorge Bergoglio, igual que el papa. ¿Dirección, código postal?”, “Mmm Vaticano”. “Muy gracioso” responde ella y cuelga. Esa primera escena marcará el tono de la película.
Estrenada hace pocos días por Netflix, la historia narra la relación entre Benedicto XVI y el Papa Francisco, en un ambiente que busca dar la ilusión de que el público conocerá el Vaticano por dentro. La cinta recoge hechos reales, pero también aporta una dosis de ficción. La narración, realizada por Anthony McCarten (La teoría del todo) nos permite vislumbrar algo más del poder Vaticano. Y si bien no ha gustado a todos, es una gran realización.
La historia
En su calidad de ficción, Los dos Papas no ahonda demasiado en temas conflictivos, pero tampoco los evade. En la cinta aparece el pasado de Bergoglio en una Argentina fracturada por la dictadura, donde él pudo hacer bastante más de lo que hizo. Asimismo, el tema de los abusos sexuales surge en una confesión del Pontífice saliente. Francisco lo culpa por haber permitido que los abusadores permanecieran en el sacerdocio.
Algunos medios internacionales creen que la película tiende a buscar una especie de redención para el Papa Francisco, pero si se mira bien, el público notará que la cinta no pretende evangelizar en ningún aspecto, ni busca ensalzar a ninguno de los dos religiosos. De hecho, es una excelente producción que encanta por lo simple. Hay un cosa muy humana y los diálogos son convincentes.
Además del parecido físico que Anthony Hopkins y Jonathan Pryce tienen con los personajes que interpretan, las actuaciones de estos dos actores son magistrales, se complementan perfectamente y resulta un placer verlos. Asimismo el resto del elenco, que incluye una aparición de Luis Gnecco también está perfecta.
En resumen, una cinta cuidada que, tras verla, motivará a verificar hechos y situaciones a los más curiosos.