Los programas infantiles son herramientas educacionales y sociales. Nuestra televisión está en deuda en este tema, con más de una generación
Internacional.– Haciendo zapping hoy sábado, me encuentro con “El Universo de Lourdes” en la señal internacional de América TV. No sé qué otros programas infantiles se emitirán en la Argentina, pero me quedo un rato para ver cómo es el proyecto.
Lourdes Sánchez es bailarina y se le nota. El eje que conecta las secciones del programa es el baile que realiza la conductora junto a otros artistas. Ella es el centro de la pantalla, mientras dobla temas muy simples, con un GC de karaoke, dirigidos a los más chicos. Se luce en lo suyo, pero también se involucra sinceramente con los chicos. La sección Tin Tines, por ejemplo, tiene a una niña de 7 años y un pequeño de 5 como protagonistas de la conversación con Lourdes. El resultado es cálido y genial.
Por otra parte, lo espacios de canto y baile son una instancia de disfrute para participantes y asistentes y todos son felicitados como si fueran estrellas, aunque no lo hagan bien. Se potencia la felicidad, la participación, el aporte.
Tanto la escenografía, como algunos efectos de pantalla me parecen algo antiguos, pero no me cabe duda que los chicos lo disfrutan.
Luego de ver un buen rato el espacio, me pregunto ¿qué habrá pasado en nuestro país con los programas infantiles? Y no deja de darme nostalgia y también un poco de envidia.
Programas infantiles históricos
Me parece que fue ayer- y a los cincuentones también les parecerá- cuando esperábamos con ansias la tarde. Llegar del colegio a ver nuestros dibujos animados a la hora del té era un placer. El lagarto Juancho, Los Thunderbirds, Los Picapiedras, La Tortuga D’artagnan y Dum Dum eran nuestra compañía . Pero no todo era animación, también estaba Pin Pon con el Tío Valentín al piano, la Tía Patricia con el buzón rojo que hablaba y la Tía Gabriela (Velasco) con el conejín.
“Patio Plum” con Monona, Lenteja y Samuel marcaron un hito en canal 11, con Amanda Lorca, Samuel Villarroel y Juan Carlos Olmos. Los Bochincheros siguen actuando gracias a la nostalgia de una generación que disfrutó con María Pastora Campos, Domingo Sandoval y su equipo.
A mediadios de los 90, todavía podíamos ver a Marcelo en “Cachureos” y yo misma conduje un programa en la red – “Entretenidos”- durante cinco años. Este espacio, a decir de las malas lenguas, junto al “Club de amigos de la red” sostenía el resto de los programas del canal por su alta sintonía e importantes auspiciadores.
¿Por qué puede haber sido cierto el comentario? Tal vez porque lo impulsábamos con el corazón. Mi co-animador era una marioneta que había llegado del espacio exterior, una especie de Alf moderno irreverente y divertido. El actor Gino Balocchi lograba darle vida de forma genial. Nuestro director, Pablo La Place, dirigía el brain storming que realizábamos para construir las historias. Él mismo participaba como personaje-voz en off, era el Dr. Lukter. Más adelante, agregaríamos otros personajes, todos interpretados por periodistas, asistentes y gente del mismo equipo. Había magia, sin duda.
UCV
Al recordar otras épocas, es imposible dejar de mencionar los programas de UCV TV que, me atrevería a decir, fue pionero en programas infantiles. Todos recordamos el mítico “Pipiripao” conducido por el actor Roberto Nicolini. La Tía Patty Holman, con sus maravillosas historias musicales y la Pía Salas, actriz que ahora entrega su tiempo a una fundación para sectores vulnerables. En todos ellos había -y hay- mucho corazón y eso lo sintieron varias generaciones.
Entonces ¿qué sucedió con la producción de programas infantiles en nuestro país? ¿Cuál es la razón por la que nadie está interesado en ellos? Los auspiciadores están, hay nuevos autores, directores y actores que podrían estar interesados en el género¿Será que pensamos que los niños no verán tv porque prefieren la tecnología? . ¿Tal vez por eso, el Profesor Rossa y Guru Guru se pasaron al género de comicidad para adultos?
Creo en que los chicos serán chicos siempre, no importa los recursos que tengan. Un poco de magia, de música y de diversión son herramientas educativas más potentes de lo que pensamos. Sería bueno que los canales estudiaran ese tema recordando los principios básicos de la creación del medio: la televisión informa, educa y entretiene.
Mary Rogers G.
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