La película de Andrés Wood que recuerda un oscuro período de nuestra historia ya está en cartelera
Ocho años le tomó al director de “Violeta se fue a los cielos”, entregar una nueva producción y la verdad es que la espera valió la pena. “Araña”, su nuevo filme relata la historia de tres militantes de Patria y libertad, grupo de ideología fascista surgido en la época de la Unidad Popular.
La cinta, que fue co-producida por Chile, Argentina, Brasil y España se ambienta en los años 70, más especificamente entre el 71 y el 73, época en que el grupo paramilitar realizó acciones violentas en el país con el objeto de derrocar al gobierno del presidente Salvador Allende.
Inés, Justo y Gerardo son los personajes principales interpretados por María Valverde (España), Gabriel Urzúa y Pedro Fontaine en su juventud, mientras que en la actualidad, los roles están a cargo de Mercedes Morán (Argentina), Felipe Armas y Marcelo Alonso.
Según declaraciones de Wood a la prensa, la realización de “Araña” constituyó uno de los grandes desafíos de su carrera pues le obligó a empatizar con los personajes. “Quise tratar de entenderlos. Y ese deseo nace de mi convencimiento de que cualquier película u obra argumental chilena siempre trata de clases sociales”. Sin comulgar con ellos, lo consiguió plenamente ya que no hay personajes maqueteados, sino que se percibe en ellos un perfil psicológico real y consecuente con su mentalidad.
La historia no sólo convence sino que impacta, sobre todo porque permite al público alcanzar a vislumbrar un pensamiento que, lamentablemente aún persiste en el país y en varias naciones extranjeras. El nacionalismo está latente y puede dañar seriamente a la sociedad.
Por qué ver Araña
Tanto el guión (Guillermo Calderón), como las actuaciones son tan acertadas que es imposible no involucrarse con la trama. La evolución de los personajes, su persistencia en la ideología, el daño – propio y ajeno- no pueden dejar al espectador indiferente. Cada detalle potencia la fuerza dramática de la historia y vale la pena ir con alguien más para analizar los “por qué” de una postura tan radical y dolorosa.
Asimismo, las actuaciones de los personajes secundarios- María Gracia Omegna, por ejemplo- son un complemento perfecto para una película que, definitivamente, hay que ver.