La pérdida de estilo en favor de la moda, a veces no tiene vuelta atrás
Santiago.- A esta revista llegan comunicados sobre el cambio de estilo de las bandas. Con curiosidad, intentamos descifrar cuáles serán y vemos con pena que varias pretenden acercarse al estilo que algunos llaman “urbano”, pero que no es más qu raeggetón o una mezcla de éste. Con ello, los músicos que habían alcanzado un estilo, como Reik, por ejemplo, hoy van tras la moda y su “primer millón”, como dijo alguna vez Bacilos. Y asesinan su música.
Ojo, no hablamos de evolución, cosa que se aplaude. Cuando el artista investiga y encuentra nuevos elementos para enriquecer su música, navegando por otros sonidos, consigue un beneficio artístico. Pero cuando busca la tendencia para sumarse al “más de lo mismo”, es una pérdida. A Luis Fonsi le resultó, okey, pero hubo un profundo trabajo profesional detrás del éxito. Y lo más seguro es que no envejecerá interpretando canciones del estilo “Despacito”.
¿Por qué perder lo que se ha ganado con tanto esfuerzo? Hay varios casos de pérdidas violentas por malas políticas de la industria. En los 90 Mandrácula hacía rock pesado, con letras fuertes y apasionadas. Tras el éxito de la banda, un conocido productor la tomó bajo su alero y suavizó la creación. Sus fanáticos se sintieron traicionados y los nuevos seguidores resultaron ser poco fieles.
En la música de raíz varios han tenido “caídas”, pero lograron superarlas.
Otro caso emblemático es el de Alexis Venegas, en su intento de llegar al público pop, bordeó el límite en forma temeraria y a pesar de los festivales ganados, alejó, por momentos a sus fieles. Por fortuna, recuperó la línea que potencia su talento.
Magdalena Matthey tuvo también una época, en sus inicios, en que la producción desperfiló su creación. La cantautora reaccionó a tiempo y reforzó su carrera retornando a sus raíces.
Manuel García es un caso diferente. Después de largos años trabajando por conseguir un sitio, de pronto fue reconocido a nivel masivo (por fin) y tuvo la oportunidad de investigar nuevos sonidos con “Acuario”. Lo hizo como parte de la búsqueda, no siguiendo la moda.
Porque no se trata de limitar la investigación musical, por el contrario, la idea es seguir buscando, mezclando, fusionando. ¿Qué hubiera sido de Nano Stern, por ejemplo, si en vez de avanzar en su búsqueda, hubiera preferido empezar a hacer canciones “bailables” o raeggetón, abiertamente?
La crítica va para el que se queda en la corriente y olvida lo importante que es la diversidad y la creatividad. No necesitamos más de lo mismo, tenemos suficiente para las fiestas de navidad y año nuevo. VB