Escritora, docente, creativa y viajera, la actriz nos abre la puerta a su mundo actual
“Vengo de una familia amante de las letras y desde muy niña los libros son objetos maravillosos para mi”
Shlomit Baytelman es una figura inolvidable para los jóvenes que a mediados de los años 70 vieron el estreno de una de las mejores películas chilenas, a decir de muchos críticos,“Julio comienza en julio”. También lo es para el público que ama el cine y que ha tenido la oportunidad de ver alguna de las catorce películas en las que la actriz ha participado. ¿Y el público de las teleseries? Tampoco ha quedado fuera de alcance del encanto de la pelirroja, ya que el país entero ha tenido una veintena de oportunidades para verla actuar en igual cantidad de producciones nacionales.
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Con la misma expresión afable de siempre, Shlomit responde las preguntas con tranquilidad y aunque es una mujer activa por sobre todo, parece llevar cierta paz en el alma. Actúa, escribe, hace clases y viaja continuamente a ver a su madre a México, entre otras cosas que la mantienen siempre evolucionando, feliz.
“Sigo en la docencia, hago de vez en cuando talleres para el ramo de
comunicación en la Facultad de Economía y Negocios de la U. de Chile y hace aproximadamente tres años dirijo la Compañía de Teatro de la misma facultad” comenta.
Aunque no es una persona que se quede en el recuerdo, Shlomit comenta orgullosa que hace 20 años publicó sus primeros dos libros: “Escritos para un amor inconcluso” y “Textos de Anticipo”, antes de darnos la buena nueva.
“Hace 2 meses, Ojo Literario Ediciones me publicó el libro “En las intermitencias me quedo” (Poesía reunida) que incluye los dos libros anteriores y poemas que estaban guardados en los cajones y algunos más recientes” señala.
El libro está ya a la venta y tiene algo muy querido para Shlomit.
“Uno de mis orgullos es el prólogo de Nicanor Parra que escribió para los 
“Escritos de un amor…” y el comentario de Jodorowsky que se incluye en este libro reciente” comenta.
“Vengo de una familia amante de las letras y desde muy niña los libros son objetos maravillosos para mi” asegura, para cerrar el tema, antes de hablar sobre el teatro.
Haciendo un pequeño análisis de lo que sucede con una de sus grandes pasiones, señala que gracias a que muchas personas han estudiado teatro “eso nos ha dado la posibilidad de tener una oferta muy variada de tanto de actores como de obras”
Shlomit se mantiene humilde y ante la pregunta de cuál ha sido su aporte al ámbito cultural del país sugiere “ Habría que preguntárselo al público…Lo que yo he pretendido es encarnar personajes y darles verdad. Y espero con mi poesía traducir, con sencillez, buscando la esencia de la imagen poética, emociones y vivencias universales”. Y no nos cabe duda que lo ha conseguido
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