Francisco Gazitúa, un maestro de la escultura
Santiago, Chile.- Fue en la Abadía de los Benedictinos, en 1968, donde todo comenzó. Por ello, cuando pido a Francisco Gazitúa que elija un lugar para tomarnos un café virtual y conversar un poco, no duda. Acepta la invitación, entra en el juego, nos traslada a otra época y nos incluye en su magnífica visión poética de la vida, alimentando nuestro espíritu con la fortaleza del suyo.
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Días después lo veré in situ para registrar algunas imágenes. La sensación que provoca la construcción y su entorno, es sobrecogedora. Y la primera obra del escultor nacional – de una belleza y fuerza impresionantes- también lo es. Me queda claro que las acciones son reflejo de sus creadores.
No hay forma de reescribir la entrevista sin dejar fuera algún buen concepto. Con gusto, compartimos lo que tiene que decir.
¿Dónde nos tomaríamos el café, Francisco?
En la Abadía de los Benedictinos. El lugar y lo que los monjes-arquitectos, Martin Correa y Gabriel Guarda, esculpieron sobre él: dos cubos de hormigón
consubstanciados, mirando al sudeste, dirigiendo una partitura exacta para la luz
Conversamos en este lugar, cerro Los Piques, al pie de Los Andes, porque aquí senté las bases de la posiciónpoética, laque me acompaña y aún evoluciona con mi escultura
Estamos conversando en 1968, lejos de la ciudad, que en ese tiempo llega hasta avenida Américo Vespucio. El templo, en ese tiempo, estaba situado lejos, mirando el complejo andino, monte San Ramón.
¿Por qué eliges precisamente éste lugar?
Mi primera experiencia en escultura pública fue esta Virgen, la que estamos mirando. Tenía 24 años en 1968. Fue encargo para mi maestra Marta Colvin, de quien yo era profesor ayudante en su cátedra de la U de Chile. Marta se fue a trabajar a su taller de París y me dejó el encargo de realizar una virgen de piedra a tamaño natural. Desde una pequeña maqueta de yeso, los monjes-arquitectos recomendaron el cambio a un material más liviano. Tuve que cambiar de piedra a madera, por la resistencia de la loza. Trabajé aquí, durante 3 meses, en la carpintería de la abadía, con “lo que había”. Con la madera de álamo de los moldajes para los muros de concreto del templo, construí́ la imagen con pequeños y grandes trozos de madera, haciendo eco de las líneas marcadas en el hormigón del muro por esas mismas tablas.
La escultura está aquí, ahora después de 45 años viendo amanecer cada día “Mirando al sudeste. Actué como intérprete de quizá, el más antiguo de los temas en escultura:El arquetipo de La madre y su hijo”,“Madonna” ”Virgen”. Los mejores escultores habían pasado por el tema, dejado su empeño en diversos materiales , Miguel Ángel , más cerca Virginio Arias. Trabajé, como dije sobre un partido general de Marta Colvin. Hice mi escultura para vivir dentro de un arquetipo mayor :“El templo”, el portal , el lugar de comunicación directa con Dios. No hubo creatividad, en el sentido de la búsqueda de “Lo nunca visto”, solamente profundización, haciendo con mi escultura eco de la luz reverberante de estos muros de hormigón, usando la más modesta de las maderas, el álamo.
Desde ese día y aquí, emprendí una carrera larga e independiente.
Recientemente fuiste jurado del Premio a la Trayectoria en la Arquitectura y tu escultura es una entrega a la ciudadanía…¿es esa la relación entre estas dos disciplinas o hay más?
Nadie sabe, nadie ha podido definir los límites entre las dos disciplinas (problema de estetas o filósofos), ni siquiera su especificidad, quienes lo han hecho nos han puesto, al decir de Martín Correa,“Zapatos de hormigón”y mejor lo dejamos así…
Si conozco de cerca la buena colaboración entre arquitectura y escultura. Celebro lo que hicieron los arquitectos Eduardo Costabal y Andrés Garafulic en la cúpula del templo de Lourdes,en trabajo mancomunado con la escultora Lily Garafulic donde hay absoluta integración del domo y las figuras de los Profetas, que son parte literal del edificio.
En el tema de la relación, te cuento mi experiencia aquí en este templo, el proceso de integración orgánica de la escultura al lugar.Lo primero fue su
materialidad, madera de los moldajes y líneas de los muros, el peso, la escala y tamaño lo determinó la materialidad del edificio.El segundo factor fueron los interlocutores, monjes. Presentamos en el lugar la escultura muchas veces durante el proceso desde el esqueleto estructural hasta la figura concluida, con luces a diferentes horas del día, siendo modificada en cada etapa. Finalmente el color del álamo se confundía con el blanco del templo. La barnizamos con tintura de nogal. En el boceto de Marta,la virgen y el niño no tenían rostro.Probé varias opciones de cabezas y miradas hasta llegar a la que estamos viendo, funcional al dialogo de la oración.
Aprendí para siempre que la escultura en el espacio público, con más razón en este espacio sagrado,es un lenguaje, una carta donde el factor clave es el interlocutor,quien la recibe. La construcción de esa “gran madre de madera” fue el resultado de una larga e iluminada conversación donde, sin duda, en la escultura quedó algo muy mío pero, para bien de mi proposición y mi trabajo , se agregó la fuerza mística de los monjes, que está brillando hasta hoy en su materia y su mirada.
Escultura y artesanía en una entrevista dices que la artesanía es tu “flauta mágica” ¿Todavía piensas que no sabes a dónde vas? ¿No crees que eso ha sido la base de tu creación, el no saber y dejar fluir?
La artesanía es lo primero que se ve, pero son las dos cosas, ambas tienen una historia larguísima. Caminaron siempre juntas y camino con ellas:la bendita dupla arte y oficio Hoy para desgracia nuestra, se ven y se estudian por separado.La cultura europea suma ésta a otras separaciones artificiales como:espíritu y materia, naturaleza y género humano, cielo y tierra, inteligencia e intuición, arte y ciencia…
La separación paulatina de arte y artesanía amenaza la esencia de la escultura.
Algunos artistas y muchos estetas han olvidado que la fuerza de la escultura , no está en la inteligencia científica ni menos filosófica, la vitalidad de nuestro arte está en una poética-manual,que recoge, por un lado toda la cultura del pasado , la Enciclopedia Británica completa, todos los artes fronterizos : música , cine y especialmente poesía. Asume como propio, todo el acerbo de tecnologías disponibles, para fundirnos poco a poco en una aleación inseparable de letrados –artesanos, entregando en nuestra obra silenciosa lo mejor de los dos mundos”. Somos por eso, quizá, el único oficio integral que va quedando en la cultura occidental
Tan integral como la buena arquitectura, de este templo donde son inseparables
planos, maquetas , fundaciones, hormigón y luz, todo lo anterior, a su vez inseparable de la fe profunda, talento y conocimiento del arte de la arquitectura de Martin y Gabriel.
Me preguntas si sé a donde voy…Te contesto en este lugar. No me he preocupado nunca del rumbo ¡No sé a donde voy ¡ te podría decir de dónde
vengo pero, para eso,tendría que mirar hacia atrás. Aquí dentro de los muros de este su templo, lo prohíbe su anfitrión: Jesucristo (“El que toma el arado y mira para atrás”…)
¿Pero quién quiere saber a dónde va?Aquí en este portal,que recoge también mi fe de esa época y nuestras poderosas intuiciones de los años 60-70,recoge en su sobriedad radiante, el viaje de los maestros de Amereida
Habría que preguntarle a mi estatua de madera, que mira inquebrantáblemente hacia el sudeste, encarnando una profecía, en madera de álamo, brújula poética de nuestra búsqueda y encuentro del“Mar Interior”
¿Para dónde vamos? ¿Adónde vamos llegando después de tantos años de viaje, hoy cuando volvemos a nuestro templo, desde donde algún día partimos?
¿Ermitaño o social?
La antítesis a la vez que el origen de la escultura pública es la escultura privada. Estoy hablando de la obra que produce necesariamente ese ser humano autista,
que es el escultor, después de haber retrocedido a través de todas las etapas de la cultura hasta el fondo de la soledad molecular de la materia, hace de ella su casa y su palabra.
Hoy trabajo en un lugar parecido a este, en una cantera al pie de Los Andes,
siempre mirando al Sudeste y en aislamiento total. Al lado contrario del espacio publico. Mi dialogo y respuesta al genero humano lo hago con trozos de materia, que de vez en cuando instalo en las plazas de este y otros países.
Escultura publica–escultura privada, es el misterio del cual deberíamos hablar más.
¿Como ha sido nuestra vida caminando en sentido contrario de la procesión y al mismo tiempo, produciendo el arte que la preside?¿Cuán profundamente privada es la gestión de nuestra escultura pública? ¿Cuán necesaria es nuestra opción de vida en la sociedad contemporánea? ¿Cuán complementaria es a la sociedad de este siglo, por un lado casi perdida en la realidad artificial y por otro, teniendo como única religión y anhelo la protección y vuelta a la naturaleza?
¿Cuán necesario es mostrar nuestra obra en la materia a una sociedad que trata de volver a la tierra y no sabe como hacerlo? Nuestra escultura en la ciudad
es, al fin, solamente presencia, testimonio corpóreo producto del contacto personal con la materia, de un escultor que la amó, la entendió́ y vivió́ pegado a ella. Ese entendimiento de la materia fue miopción de vida, a la vez que la parte privada de mi escultura pública.
¿Cómo ha influido tu carrera en tus relaciones de pareja?
Muy positívamente .Hay algo sólido en la manera de habitar de los escultores, propicio a la familia, creamos espacios grandes donde todo crece, en las casas de los escultores “se come bien”-se toma mejor – pero todo eso sería un jardín seco sin pareja, y más seco sin hijos, a quienes hemos criado en estos cerros, quienes han aprendido nuestros oficios desde el principio jugando en nuestros talleres,ellos crecieron en un mundo real, con arboles, caballos, cabras , gallinas y dos alpacas.
Mi pareja , la pintora Ángela Leible es todo aquí–“Madre, amiga, hermana y luz alumbrando”, Dios nos juntó para bien mutuo. Tan culta como Gabriela Mistral , de pensamiento independiente, rebelde y fiera ante los dogmas y lugares comunes, tan buena dibujante , pintora como conversadora -diálogo promedio: 2 horas diarias- viajera incansable , hemos recorrido en profundidad nuestro mar interior, un trozo de Los Andes que va desde el Altiplano de Ecuador, hasta Tierra del Fuego. Su proyecto: Devolver el Niño congelado a la cima del Cerro El Plomo.
¿Crees que en algún momento, el arte conseguirá el sitial que le corresponde en el país? Me refiero a su valoración y apoyo a quienes lo eligen como camino de vida.
Eso depende únicamente de nuestro gremio los artistas visuales que en su mayoría mira hacia el noreste. Cuando esta mayoría vuelva su mirada hacia adentro, en vez de escoger el mal camino del arribismo para triunfar en Nueva York ,nuestro arte tendrá el sitial tal como lo lograron en poesía Neruda, Tellier, Godofredo Iommi y Gabriela Mistral .Nuestra presencia será tan poderosa como la de ellos y nuestro merecido sitial será el resultado natural. M.R.G
Nota: Fotos de otras esculturas y taller son originales del sitio www.franciscogazitua.com
Pancho Gazitua, un fenómeno, un maestro lleno de articidad en su obra, en su vida y en sus palabras. Chile le debe hace décadas el Premio Nacional.
Hey Pancho, siempe guiando con esa luz maravillosa, y si claro tenemos que ver con otra mirada , una hacia el sur, pero descolonizado con y sin las ataduras eurocentristas. va un fuerte abrazo
Lenga de Cabo San Pablo en Madera. que belleza, felicitaciones