Humor, entrega de expertise y situaciones absurdas son parte de lo que se encuentra en los vídeos virales que circulan cada día por la red
Santiago, Chile.- Disfrutamos con los virales de niños, las vídeos espontáneos que se grabaron sin intención de conseguir el estrellato. Así es como los 4 chicos de la película viral del año, llegaron a obtenerlo: sin querer. Sin embargo, no todos son vídeos ingenuos. Hay algunos que dan ira, como el de la YouTuber canadiense que no sabía cómo generar contenido y lanzó dos sillas desde el piso 45 del edificio donde tenía su domicilio temporal. Por fortuna no hubo lesionados, pero ella enfrenta una acusación estatal por irreponsabilidad.
La tecnología, como todo, tiene dos lados: el que permite hacer una entrega positiva por parte de los usuarios activos y, por otra parte, la posibilidad de llamar la atención del mundo, de la misma forma que lo haría un niño malcriado. Lamentablemente, este último segmento ha crecido y sólo aporta destrucción. Hace sólo unos días, en medio de la conmoción que sufre el país por los incendios, un par de chicos inició una acción, a todas luces delictiva, provocando un incendio en un matorral mientras grababan el escape. Necesitaban virales. Luego de que el joven del vídeo recibiera amenazas de muerte, su padre lo llevó a declarar y confesar su culpabilidad.
¿Qué le pasa a la gente?
La globalización, término tan manido desde hace unas décadas, nos ha conectado con el mundo, abriéndonos los ojos a realidades, para muchos, insospechadas. Este conocimiento no sólo trajo beneficios, sino que disminuyó nuestra capacidad de asombro. Hoy es mucho más fácil ser conocid@ por el mundo y también mucho más difícil. Partiendo desde ese punto, la competencia de los que necesitan conectarse, se vuelve una lucha por encontrar algo que llame la atención, que sobresalga para conseguir fama, dinero, beneficios o un cierto prestigio. El problema es que, como la rapidez es esencial para ganar al del lado, cualquier cosa se vuelve válida. Así nos encontramos con vídeos virales de mala clase y acciones irracionales como las mencionadas más arriba.
Al igual que en el arte, siempre habrá público para todo. El verdadero desafío es encontrar algo que aporte y no hablamos de dar clases magistrales, pero si de mostrar algo que nos sitúe como e ser racional que, supuestamente, somos.
